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domingo, 21 de septiembre de 2014

Terremoto en Europa.

 Perdonen el mes de vacaciones, sin escribir nada en ninguno de los dos blogs, pero necesitaba un tiempo de descanso, y de recuperar las pilas de la inspiración para resultar interesante a los pocos lectores de mis artículos. También tengo cierto problema logístico con los ordenadores, y concretamente éste, desde el que escribo, es lentísimo, por lo que tengo que redactar a ciegas, como quien dice, completándose las frases que escribo, medio minuto después de haber tecleado; y para colmo de males, la página dichosa del blog, tiene costumbres extrañas, como la de situarte la línea de escritura varios renglones más arriba, donde empezaste a escribir la parrafada, mezclando unas frases con las otras. Así pues, si ven alguna barbaridad ortográfica, o frases sin sentido, o fuera de contexto, discúlpenme, no es ignorancia, es que mi máquina se equivoca. Al final, va a resultar que tenía razón la tendera del ultramarinos de mi barrio, que a la pobre, cuando la llamábamos ratera por equivocarse en las cuentas, evidentemente a su favor, siempre decía aquello de que no se equivocaba ella, sino la máquina de la caja.

 Sobre equivocaciones puede ir el día de hoy, en casos particulares, los errores los paga uno personalmente. No obstante, un jefe de gobierno de un país o una región, el fallo que cometa, lo tenemos que costear todos. Y esto aunque, ni usted ni yo, tengamos posibilidades de votarlo. Me explico, si todos pensamos que llegar al nivel de incompetencia de Zapatero era muy difícil, casi insuperable; una vez más, podemos decir a las claras, que nos equivocamos. Hay uno que es más gilipollas, y que hace mérito para ser recordado por dicha definición, con su foto en Wikipedia. Y ese no es otro, que David Cameron, primer ministro de Reino Unido, quien ha visto como sus partes íntimas anudaban el cuello de su camisa, tal corbata, durante esta tensa semana, en la que se ha celebrado el referéndum de Escocia. Y en el que se la jugó desde hace ya años, porque el muy prepotente, creía que iba a ganar de calle. Ahora que le han visto las orejas al lobo, van a inventar el café para todos (o té, en este caso), y se va a crear el estado de las autonomías británico; es decir, más competencias para todos los reinos de la unión. He de decir, que los pobres habitantes del Reino Unido me dan lástima, no saben lo que les espera con la mierda de las autonomías. Pronto tendrán aeropuertos sin usos, vías de tranvías sin tranvías, o megapabellones de deportes sin uso, entre otras obras faraónicas. Nosotros, los españoles, podríamos dar conferencias (tenemos un doctorado en estupidez autonómica) sobre el timo de la estampita existente, para contentar a unos sectarios que rechazan al resto de sus compatriotas (en este caso españoles o británicos) porque sencillamente se creen mejores que los demás. Porque es así de claro, que no les cuenten milongas, ni identidad cultural ni nada, simplemente, prepotencia hacia el resto, los pringadillos de turno.

 Ahora que se ha ganado el No thanks a la independencia, todos respiramos tranquilos, se ha acabado el problema, ya no pasa nada...Pero no cuentan con dos factores, uno de los cuales, los españoles lo hemos aprendido muy bien. El primero es que, a los nacionalistas nunca se les deja contentos, siempre pedirán más, y dentro de veinte años ( o más o menos), el Reino Unido se verá abocado a un mismo problema, pero más grave, y con poca solución. Pero para más inri, el segundo factor es el carajote de Cameron, quien ya ha prometido un nuevo referéndum, para 2.017, encaminado a contentar a los euroescépticos, sobre la permanencia o no, de Gran Bretaña en la Unión Europea. Y en ese caso, no está tan claro el resultado. Pues puede ganar por goleada la marcha de la nación británica de Europa. Y para entonces, vendrá el caos, porque Escocia, puede optar por la independencia, y unirse al euro, algo bien visto por la UE, pero que puede ser un regalo envenenado para el resto. Reino Unido, directamente, caería a un pozo bastante oscuro; y el resto, España, Francia, Bélgica o Italia entre otros, tendrían una enorme presión independentista, dentro de sus fronteras. Y con ello, romper a Europa a pedazos, o aceptar, a los nuevos países, en una incorporación inmediata. Además, hay que contar con la diplomacia rusa, enemiga de gran parte de Europa Occidental, y quien reconocería, sólo por fastidiar al enemigo, a las nuevas naciones. Creando varios caballos de Troya en la UE.

 Es muy agorero mi vaticinio, y de hecho, no creo que se cumpla como tal, pero puede ser una opción digna de tener en cuenta. Aunque a ninguno (incluida a Rusia) les conviene remover mucho la mierda. Pues nadie en septiembre del 89 imaginaban que se iba a suceder el mayor movimiento de fronteras de la historia, tras la caída del muro de Berlín. Y en el caso de Yugoslavia, la tozudez (y la irresponsabilidad) de Alemania, por reconocer como independientes a Eslovenia y Croacia, propiciaron una serie de guerras, a cada cual más cruel, y la creación de estados artificiales, más pequeños, y aún, con problemas nacionalistas en sus interiores, como es el caso de Serbia con Kosovo, Bosnia con Herzegovina, y Croacia con Istria. Una vez que se abre la caja de Pandora, es muy difícil cerrarla. Y al paso que vamos, va a haber movimientos independentistas hasta en el Vaticano, entre las calles orientales y occidentales. Por creérmelo, me lo creo todo. Sólo hace falta un incompetente, en el sitio exacto y en el momento exacto. Y en esas estamos últimamente.




Movimientos regionales de Europa. Los hay muy débiles, y con muchos seguidores.