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domingo, 14 de junio de 2015

Da igual a quien voteis.

 Hoy mismo, que se han compuesto las alcaldías y los gobiernos autonómicos, algunos de ellos, los más disparatados de la historia, gracias sobre todo, a un PSOE que no sabe donde se encuentra, ni a donde va, y con un líder que demuestra que la mediocridad en los partidos políticos cada vez llega a más altas cumbres, y que cada secretario general, va a peor que el anterior, tanto en el PP, PSOE o IU, acabando de hundir los partidos tradicionales a ser meros títeres de los partidos nuevos, que sin embargo, aún tienen todo por demostrar, y lo que de momento se ha visto, tampoco es que sea muy prometedor. Sin embargo, pese a que las noticias políticas son novedad, el artículo, pese al título, no va sobre nuestros estadistas y sus mínimos horizontes, y menor empatía con el pueblo. Sino de nosotros mismos, de ustedes, y del sistema de castas creado por los españoles.

 No me refiero a la casta podemita, en el sentido de la Casta, como palabra de moda, sino a uno de los últimos informes que han salido sobre los distintos países, y sus posibilidades laborales, y en la vida en general, en la igualdad de oportunidades en definitiva. Dicho dossier daba mala nota a nuestra nación en lo mencionado, y habla de que en nuestro país, influye mucho quien sea tu padre a la hora de labrarte tu futuro laboral. Evidentemente, creo que tanto usted como yo, sabemos de lo que hablamos, de la economía excluyente y familiar que hay en España, de los enchufes a los cuñados, primos y amigos, de los trabajos heredados de padres a hijos, como sucede muchas veces en las endogámicas universidades españolas, o como sucede en las mediocres PYMEs, incapaces de crear otra economía que no sea la del oportunismo y el pelotazo. Y todo sencillamente, porque aquí no se contrata al mejor, sino al familiar o amigo cercano, valga o no, un puñetero duro (o euro, según se prefiera). Y a aún así, muchos me justificaran que todos lo haríamos, y que evidentemente, que antes que otros, contratamos a nuestro hijo en paro. Y yo les digo que el hecho de que todo el mundo lo haga no quiere decir que esté bien. 

 Así pues como conclusión, queda claro, y no digo nada nuevo, que el hijo del rico, del que tiene poder, del que tiene mano, en definitiva, trabajará de lo que estudie, o de lo que quiera. Mientras usted o yo, nos tendremos que fastidiar con la mierda mal pagada que nos salga. Así pues, da igual a quien votes, porque seguirá habiendo desempleo, trabajos basuras y mal remunerados, y descontentos en general, porque puede venir a gobernarnos Gandhi o Winston Churchill, pero ésto no lo puede arreglar ningún estadista. La mentalidad española familiar típica, exlusivista, elitista, y dada al tráfico de influencias está muy arraigada entre la población, y mientras eso no cambie, vamos jodidos, bien jodidos...