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sábado, 13 de octubre de 2012

Promesas incumplidas

 Es una entrada sencilla, no quiero enrollarme, pero el otro día con unos amigos surgió una interesante conversación (mientras esperábamos para recoger la pizza que habíamos pedido). Estábamos hablando de los trabajos, especialmente sobre los primeros que habíamos tenido, esos que te pillan de novato, en los que te esperas mucho, y lo más normal, es que no encuentres nada. Al menos eso pasa por aquí por el sur. Casi todos comenzamos con unas prácticas, en su mayoría no remuneradas, tras haber terminado el título de turno que uno haya hecho. Y las coges con ganas, pensando que te vas a comer a la empresa de turno, y que tal vez, con un poco de suerte te quedes. Evidentemente, como novato que eres, piensas que tal que llegues resolverás todos los males de la empresa...y luego la realidad te pone en tu sitio.

 Sin embargo, no eran por ahí los tiros de nuestra conversación. En la mayoría de los cursos para desempleados, y en las prácticas de empresa, ya sean universitarias o de índole autonómica, lo cierto es que siempre te prometen el oro y el moro. Y con perdón, por lo políticamente correcto, pero todo se queda en el moro. Siempre te recomiendan que sigas unos pasos que son los útiles para hacerte hueco en el mercado laboral, pero como siempre, la realidad te pone en tu sitio. Y como en todo estudio, nada de lo que hayas empollado sirve de algo. Esos mismos profesores, empresarios, y tutores en las prácticas, siempre prometen que hablarán por tí, ya que casualmente, les has caído bien a todos. Ni el del año pasado, ni el del anterior, ni el del que viene...tú eres la estrella. Que casualidad. Cuando pasan los años, y miras desde la retrospectiva, te das cuenta de todo: toda empresa necesita un primo que haga el trabajo que nadie quiere. Y gratis a ser posible. Porque si está a sueldo, tiene derecho a exigir, pero si lo que pasa es un examen, el alumno lo único que quiere es aprobar. De éste modo, tanto empresas como sindicatos y administraciones, se han lucrado a costa de muchos becarios jóvenes que lo único que tenían ganas eran de encontrar un sitio en ésta puta vida. Y la Junta de Andalucía, tan socialista, ha permitido el abuso del neoliberalismo en su lado más salvaje, para que cuatro pymes, pertenecientes, la mayoría a amigotes de turno, se aprovecharan de ellos de la manera más amoral posible, jugando con las ilusiones de la gente que más necesita encontrar un empleo. 

 Pero no todo es culpa de la administración, los ciudadanos también somos responsables, pues al fin y al cabo, tenemos los políticos que nos merecemos. Como todos sabemos, el modo de encontrar trabajo aquí, aunque sea una mierda, es el apadrinamiento. Es decir, el simple, y llano enchufe. Método made in Spain. Entonces, no rehúsas a la recomendación de nadie, y como decía Groucho Marx, tenemos unos principios que sino gustan, los cambiamos por otros. Y aparecen en escena aquellos amigos de turno, ya sean tuyos, o de tu padre, o del Naca, que te aseguran que cuando termines tu titulación, entrarás a trabajar con él, o en alguna empresa en la que tenga mano, pero casualmente, cuando toque el momento, la cosa es que está dura...precisamente en la profesión para la que has estudiado. Vamos...como siempre. Por mí pueden irse todos a la mierda: ciudadanos y administración. Tenemos lo que nos hemos buscado. 



http://www.trabajoensi.com/wp-content/uploads/2011/05/La-entrevista-de-trabajo.jpg





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