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sábado, 23 de noviembre de 2013

El Pitufo Caleti II, el retorno del chufla.

 Vuelve el Pitufo Caleti, y en ésta ocasión, lo hace en éste blog, ya que en la anterior, Reflexiones de un Gilipollas no existía. La vida de nuestro amigo ha avanzado con el tiempo, como no podía ser de otro modo. La suerte le sonrió, al fin. Ahora en Pitufilandia hay una crisis de deuda que es para echarse a llorar, pero en la época de vacas gordas, el Pitufo Caleti entró a trabajar en una fábrica de las nuevas que trajo la administración de Papá Pitufo para reindustrializar la misma zona que los políticos se habían cargado. Por supuesto, entró por enchufe. Luego, todo resultó ser un fraude entre dicho gobierno y el Pitufo emprendedor, pues éste último vino a coger las subvenciones, y cuando éstas se acabaron, cerró la fábrica. Con la suerte de que pilló en elecciones al Parlamento de Pitufilandia. Con lo que la administración de Papá Pitufo se buscó de entretener a todos los trabajadores con cursos de FPO, cobrando sueldo, durante un largo periodo de cuatro años, en los que de vez en cuando, se escaqueaban para manifestarse cortando el puente que une Pitufilandia con el resto del país. Dando así por culo, al resto de pitufos que no podían ir a trabajar, porque a la Unión de Pitufos Trabajadores no le salía de los huevos, ya que los demás tenían que solidarizarse por fuerza. 

 Sea como fuere, vuelta el agua a su cauce, el Pitufo Caleti abre un bache (tasca) con el sueldo de su prejubilación...más los millones que le han dado por sordo. Pero pronto cerró, ya que había que echar demasiadas horas, y de éste modo, no había tiempo para ir a ver al equipo de sus amores, que como siempre, no gana ni en la PlayStation. Tampoco tenía tiempo para ir a la Caleta a inspirarse para el carnaval. Que con tantos autores inspirándose...la playa estaba que no se cabía. Ni tenía tiempo para ir a pescar. El pitufo caleti, se ha reciclado laboralmente, en un curso que hizo con el sindicato de Pitufos Trabajadores en el Caribe. Y allí fue donde se dio cuenta que Curro, el del anuncio de Halcón Viajes era de UGT de Andalucía. Pues se ambos se pasaban las horas en la playa, con el dinero recibido para la generación y reciclaje del mercado laboral de Pitufilandia, que anda por los suelos desde hace veinticinco años, y que pese a la burbuja inmobiliaria, no se levantó. Porque todas las empresas que se abrieron en estos tiempos o eran de cartón piedra, es decir, inmobiliarias, financieras, etc. O directamente, sólo tenían a uno...o cero empleados. Es decir, que eran tapaderas; centrifugadoras, puras y duras de dinero negro. Y el Pitufo Caleti, tuvo una. Como no iba a ser menos. Y por supuesto, consiguió ingentes subvenciones contratando a becarios en verano para sustituir al Pitufo Chirlachi, que le hacías las veces de administrativo.

 El Pitufo Caleti, puede permitirse de darle lecciones morales a todo hijo de vecino, porque el mundo, sencillamente, le ha sonreído. Le ha llegado la jugada perfecta. Y aunque, gracias a él, generaciones de pitufos se pasen la vida comiendo mierda laboral, se puede retirar con el riñón bien cubierto, el hígado tocado de tanto brindar, y con la espalda en perfectas condiciones, ya que no ha doblado el espinazo, ni ha pegado un palo al agua, en toda su vida.




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