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sábado, 12 de julio de 2014

La huelga de Don Alfredo (y otros más).

 Primero, mi enorme respeto, y mi despedida, para el más grande de los jugadores de la historia del fútbol. Tal vez Pelé y Maradona fueran más técnicos, pero Don Alfredo Di Estéfano cambió el rumbo de un equipo, y de un deporte. Y mientras en los premios a los mejores del siglo XX, tanto el Pelusa, como O Rei, se empeñaban en darse golpecitos en el pecho y chupar cámara, el madridista recogía el premio al mejor club del siglo, en nombre de su Real Madrid, al que transformó, jugando en equipo. Sin embargo, pese a que soy madridista de siempre, y admirador del buen fútbol, lo que me interesa de Di Estéfano, aparte de su homenaje, es la historia de como llegó a militar en el equipo merengue, y que tal vez, puede que venga a interesarnos a todos. Sobre todo a los que trabajamos por cuenta ajena, y hemos perdido un derecho tras otro.

 Como todos sabemos Don Alfredo era Bonaerense, y llegó a triunfar en el River Plate, en una liga argentina, que por aquel entonces, era muchísimo más potente que cualquier europea. Todavía sigue siendo una mina de talentos, como cualquier liga sudamericana, pero los sucesos que acaecerían más tarde marcarían una decadencia de la que ya no se recuperaría. El caso es que nuestro protagonista formaba parte de un enorme River, con una de las mejores delanteras de la historia (algunos afirman que la mejor), cuando los jugadores en la jornada 25, el siete de noviembre de 1.948, deciden plantarse en una huelga, porque se les debe dinero, y como era normal, exigían sus pagos. También se pedían una mejora de sus derechos, los cuales se pasaban por alto. Ningún club, ni la AFA piensan que dicha situación dará a lugar, cuando, finalmente, ocurre. Los clubes siguen pensando, a pesar de la huelga continuada, que siguiendo la temporada con los juveniles, volverían los profesionales, pues no tendrían más remedio, al quedarse sin sueldo. Algunos jugadores se fueron a otras ligas, como la chilena. Sin embargo, la mayoría se queda, y empieza otra temporada. Con promesas que no se cumplen, derechos otra vez pisoteados, y represalias contra los cabecillas de la huelga, entre los que estaba Di Estéfano.

 Pero la cosa daría un vuelco espectacular, y los clubes vieron menguados su poder, la liga Colombiana rompe la disciplina de la FIFA, y ficha a los mejores jugadores de Argentina, sin pagar traspasos algunos a los clubes. La sangría de jugadores fue una hemorragia incontrolable, pues hasta 57 grandes estrellas argentinas acabaron en el país cafetero. Más el resto en otros países. Es todo un desastre para la liga platense, pues pierde por días a los mejores (tal vez le recuerde a algún mercado de trabajo...). Entre ellos Di Estéfano, que recalará en el Millonarios, donde luego fichará por el Madrid. Las taquillas y recaudaciones son desastrosas en Argentina, y lo que es peor, se ha perdido prestigio. Por fin, se firmará el Pacto de Lima, donde clubes y jugadores, o lo que es lo mismo, empresa y trabajadores, negociarán un acuerdo donde unos y otros salvan la honra. Pero ya es demasiado tarde, la liga ya no volverá a ser la misma. Y en otros sitios, gracias a ésto, y al férreo comunismo impuesto desde Moscú en Hungría, darán lugar a una diáspora de jugadores en ambos países, y al crecimiento de las ligas europeas, entre ellas, la española, donde nunca se le hizo ascos a un genio, como Di Estéfano o Kubala. Hasta siempre Don Alfredo.




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