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domingo, 3 de mayo de 2015

Discriminación positiva y negativa.

  Evidentemente, que ya peino canas, no veo Barrio Sésamo, pero dicen que todo, como en la vida ha cambiado mucho: Triki es verde y ya no come galletas, sino verduras, para educar a los niños a alimentarse como nunca se ha comido en la infancia, es decir, como viejos diabéticos. Que probablemente, Epi y Blas, hayan salido del armario, y se hayan casado al fin. Que Espinete vaya vestido, Chema se aleje de los niños, y que a Don Pimpón lo hayan echado por siesomanío. Pero sinceramente, lo que yo necesito como nadie, es a Coco, para que me explique algo del modo más fácil de entender, es decir, para bultos con ojos como yo, de esos que no entendemos la pedantería y la gilipollez reinante hoy día. Quiero que me explique la diferencia entre lo que es una discriminación positiva, y la que es negativa. Porque sinceramente, tenía entendido, que toda discriminación es nefasta de por sí, y que no tiene nada de bueno. Pero entre los progres fascistoides de medio pelo se está imponiendo, y uno ve como le plantan una dictadura en la que, como todas, hay distinciones, marginaciones y clases entre unos y otros. Y todo ello, con muy buenas palabras, en el estricto control de lo policamente correcto. 

 Han caído estos progres de a pejeta, en el mismo error que cometieron los fachas republicanos de la Casa Blanca cuando gobernaba Bush hijo, es decir, en justificar con muy buenas palabras actos horribles. Así, como el que no quiere la cosa, Mr. President metía el nombre de "Libertad Duradera" a lo que era una guerra no legal en toda regla. Para al fin, y al cabo, buscar petroleo. "Democratización", a invadir un país para instalar un régimen corrupto y amigo a tu causa. O que aquellas repúblicas denominadas "democráticas" suelen ser las dictaduras más férreas y asfixiantes del mundo: como la de Alemania Oriental o la del Congo. Pero sin entrar en políticas ajenas, quería dar a entender, como nos hacen la cama muchas veces sin que nos demos cuenta. Ahora le llaman discriminación positiva a todo aquello que un gremio de resentidos, tendentes al odio, logran imponer al resto de la sociedad. Una sociedad, cada vez más cohibida a la opinión para no molestar a los agentes correctores de lo políticamente correcto. La nueva genialidad proviene de la Junta de Andalucía, quienes han aprobado que en una oposición, ante igualdad de puntos, la mujer siempre tendrá prioridad sobre el hombre. Ya podían estrujarse la cabeza en como fomentar el empleo con las miles de ayudas europeas que han recibido, pero toda sus soluciones suelen ser de este calibre. Pero no se crean que la cosa se queda solo en España, sino que en Alemania, hace unos años, crearon unos aparcamientos, sólo para mujeres. Me imagino, que cuando esté el coche aparcado se le mirará si tiene pito o no, y evidentemente, no me refiero al claxon. 

 Pero la estupidez no se detiene solo en lo público, también en lo privado hay negocios que pierden miles de clientes potenciales porque están dedicados a un solo sexo. Y sí digo sexo, porque lo de género es una patada al castellano. Si por lo políticamente correcto hay que saltarse la Constitución pues se salta, no pasa nada. A veces pienso que cada vez hay más mediocridad entre aquellos que nos tienen que gobernar, y que sus soluciones son banales y pensados para públicos ruidosos pero minoritarios. Tal vez el próximo paso, sea la poner un brazalete con la H a todo varón que vaya por la calle. Mientras tanto, las mujeres, seguirán cobrando la misma porquería, mucho menos un trabajador masculino. Y les seguirán despidiendo cuando se queden embarazadas. Pero eso, a las feminazis, como a los sindicatos, les da igual: hace ya tiempo que se gastaron nuestro dinero en mariscadas.


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