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domingo, 15 de abril de 2012

Para ser español de primera...

  En tiempos de tremenda crisis como la actual, muchos paisanos se preguntan que es España. Sin embargo, ésta no es la primera vez, de hecho siempre ha sido así, en todas las crisis hay diferentes reflexiones sobre lo que significa ser español. Ya lo hicieron en la Generación del 98, en la República, la Posguerra, etc... Es en cambio con el estado de las autonomías cuando más veces se ha formulado dicha pregunta. Una cosa tan mal parida como las comunidades autónomas, y que todo el mundo, tanto compatriotas como extranjeros, compartimos que debería de desaparecer ya, es lo que crea las distintas crisis económicas y de identidad. Parece ser que los únicos que no se dan cuenta son los políticos españoles... o tal vez no quieran hacerlo, porque sencillamente les conviene. Sinceramente me da igual en que acabe ésto, si en un estado federal, donde yo me lo guiso y yo me lo como; o en un país centralizado. Me trae sin cuidado. Pero ésto de los reinos de taifas donde se malgastan dinero público para mantener a miles de empresas públicas, asociaciones, patronal, sindicatos, comisiones, observatorios de empleo que no sirven para nada, y así, también como herramienta para jorobar a las ciudades de partidos contrarios a los del régimen autonómico; he de decirlo claramente, no valen para nada. Y si desaparecieran, nos sobraría el dinero y volvería a fluir el crédito. Hay que decir que lo que diga Esperanza Aguirre a mí me da igual, pero en éste caso tiene toda la razón del mundo. Nada más que hay que recordar el disparate de estatutos para todos que hubo entre los años 2.006 y 2.008, díganme, ¿les han mejorado la vida en algo?. Ponga un estatuto en su vida, la solución a todo sus problemas.

  Tengo un libro fino, de la revista tiempo, del año 86, que habla de los distintos países que por aquel entonces pertenecían a CEE (no era aún UE), en él se comenta, con acierto, como los filósofos españoles nunca se han preguntado por el significado de la existencia y cosas profundas similares. Sino que se preguntaban que era España y lo español. También se comentaba que el nombre de nuestra patria sólo se nombraba en los partidos de fútbol y en los mapas de entrenamiento de los militares, algo que matizaba, no era, precisamente, nada halagüeño. Sobre el significado de nuestra nación y sobre lo que representa poco puedo decir, ya que sería subjetivo, solamente comentar su significado etimológico: al parecer proviene del fenicio In Saphan Ya, traducido luego como Hispania por los romanos, que viene a decir algo así como "Tierra de conejos" por la abundancia de estos animalitos en el año 1.100 antes de Cristo, y antes de que nos los comiéramos con arroz. Por eso, hoy día se grita ¡Viva España, coño!, pues todo tiene que ver con los conejos. Sobre lo español, tengo más respuestas, no a nivel de costumbres, ni pensamientos, ni nada parecido. Hay quien dice que para ser completamente español, uno debe visitar Hispanoamérica. En cambio yo, soy menos profundo y sentimental, opino que uno nunca es un verdadero español hasta que no le hayan llamado alguna vez en su vida "facha o rojo", o las dos a la vez, o por distinto lado. Ese es el verdadero español, el que discutiendo en una tasca, o en una comida, por opinar, aunque sea del Real Madrid o del Barcelona, no le han insultado con ambos términos. Así pues, ya lo sabéis, si tenéis algún amigo marroquí o peruano, que no se sienta aún lo suficientemente integrado en nuestra sociedad, llámele facha, y le hará un favor, pronto será tan español como el que ha nacido en Cuenca. Hay que decir que hay que ganarse las antipatías de un bando para ser un buen compatriota, sino no estás en el camino correcto. Porque si te ganas las antipatías de ambos, es que simpatizas con los americanos, y si te ganas la simpatía de los dos, es que, sencillamente, algo estás haciendo mal, o es que eres el tonto del pueblo.

  Por último, y antes de que me llaméis facha o rojo,  voy a contar una curiosidad más: la famosa canción de Que Viva España, no tiene su origen en la piel de toro. Sino que al parecer procede de un tío flamenco...de Bélgica, quien compuso la canción en un arrebato de amor por el Duque de Medina Sidonia. Mira por donde. Fue un tremendo éxito que se cantó en Alemania y Francia. Y no llegó a España hasta los años 70, cuando Manolo Escobar la versionó para un disco suyo. De haber salido hoy, hubiera tenido más éxito, habría salido de Operación Triunfo, se hubiera editado en versión disco, con coreografía incluida, y la hubiera bailado también Boris Yeltsin, como sucedió con el Macarena. Pero eso sí, hoy día tendría que haber pasado por la censura de lo políticamente correcto, y tal vez, en lugar del Que Viva España, hubiéramos tenido un Que Viva Nuestro País de Gente Feliz. Y es que si los gilipollas volaran, no veríamos el sol.  

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