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sábado, 22 de septiembre de 2012

No aprendemos...

 Ya llegó el Gordo del pelotazo económico, y cayó, a diferencia de en Navidad, en Madrid en vez de en Cataluña. El multimillonario Adelson se ha decidido, al final, traer lo que le faltaba ya, a España, para ser el emporio de las putas y los camareros. Es decir, del turismo descerebrado que al final hemos hecho propio, a pesar de tener la historia más rica de Europa, la variedad de monumentos más sorprendente, y la gastronomía más exquisita. Pero de nuestro país, quedará para todo personal rubio y de ojos azules, como la nación donde se puede ir de juerga hasta la madrugada, tomar paella, practicar "balconing", y meterte hasta los ojos de pastillas y coca en una discoteca de la zona del levante español. Ahora, también será patria de los casinos, y así, todas las mafias mundiales que se habían asentado de manera discreta en la Costa del Sol, ahora podrán lucir sus lujos en Alcorcón. Con hacernos una idea del negocio que se nos viene encima, sólo baste con pensar que hay otras "Vegas" en Macao y Singapur. Todos lugares conocidos por negocios de la peor calaña, incluyendo la prostitución infantil. ¿A que ahora queda claro?

  Pero si criminal me parece lo de Eurovegas, peor me pareció la reacción de un Artur Mas que es como Don Quijote, cuanto más tiempo pasa, es más carajote. Semanas antes de una diada que huele a cortina de humo, el honorable president, cargo con nombre de queso, comentó que si Madrid se quedaba con Eurovegas, Cataluña tendría Barcelona Word, otro complejo macrohotelero con miles de parques temáticos y muchos campos de golf. O sea, la misma mierda de siempre. En Madrid, en Cataluña, en Andalucía...y en el resto del país. ¿No queda claro ya, que Cataluña forma parte de la España más castiza?. Pues al fin y al cabo, apuestan igual que todos por construir mamotretos y destruir la costa, o cualquier territorio que se ponga por delante. Y es que de Pirineos para abajo, salvando ciertas zonas de Portugal, e incluyendo a los llanitos, tenemos una península podrida de dinero negro y de fácil pelotazo. Hasta los monos de Gibraltar se dedican a mangar todo lo que tengan los turistas. Pero centrándonos en nuestro país, que ya tenemos suficiente, hay que decir que echarle la culpa al euro de todos los males, es como echársela a la humedad de todos los achaques en los huesos. No vayamos a engañarnos, España es así desde que nació el desarrollismo franquista, donde se edificaron colmenas de pisos en las grandes ciudades, y se arrasó con gran parte de la costa mediterránea, destrozando la impronta de miles de pueblos típicos y sus paisajes. Pero como siempre digo, lo de ahora, lo del cambio del milenio, es peor, porque se suponía que había leyes, medios, y un mayor conocimiento para evitarlo. Y sin embargo, nada ha cambiado, sólo basta con mirar cada cuatro años, cuando hay elecciones municipales, y entre los folletos propios de la propaganda electoral de cada partido, hay más de lo mismo: nuevas urbanizaciones, campos de golf, hoteles, etc. Todo como una supuesta solución al paro endémico de la zona de turno. Vendiéndose como una panacea, como si la crisis nunca hubiera existido. Es lamentable, que por el contrario, la industria no se fortalezca, ni se potencie; que son los que de verdad dan puestos de trabajos razonables, y con un índice de temporalidad más bajo que en el turismo y la hostelería. Tampoco se han creado en los últimos veinte años grandes empresas comerciales, exceptuándo el holding de Inditex, o el caso de Mercadona. Por ejemplo, una vez desapareció Galerías Preciados, El Corte Inglés no ha vuelto a tener una competencia española. Ni el mundo financiero es importante en España, que aprovechando la fortaleza del BBVA o del Santander, podrían haber creado una "City" a lo londinense en pleno centro de Madrid.

 Tal vez sólo haya una ciudad española que se haya arrepentido del modelo económico general que nos ha llevado a la ruína, y puede sorprendernos: Málaga. La capital de la Costa del Sol lleva años convirtiéndose en un centro importante para la industria relacionada con ordenadores, programas y videojuegos. Algo, por fin, con futuro. Pero antes han pasado por donde estamos ahora el resto de los catetos españoles que adoramos la destrucción de un paraje por el bien de un progreso que enriquece el bolsillo de unos pocos. Sólo un dato más, ésto es algo global, y ciertas estadísticas dicen que, a principios de los noventa, un veinte por ciento de la población era rica, ahora en el 2012, sólo un ocho por ciento. ¿Quien me quiere explicar las bendiciones del neoliberalismo en nuestro país, con trabajos temporales, minijobs y sueldos precarios?. A ver quien tiene huevos...ésto último, también es muy español.


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