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sábado, 23 de junio de 2012

La gymkana del Doce.

 Llegó el veranito, y el tráfico en las ciudades de la costa se multiplica en vehículos...y se resta en aparcamientos. Ciudades como Chiclana, que en invierno tienen unos 80.000 habitantes, pasa en verano a tener unos 200.000. En general, la Bahía de Cádiz y zonas aledañas de costa, como Conil o Sanlúcar, llegan a lograr entre todas el millón de habitantes en tiempos estivales. Lo malo de todas estas localidades es, que pese a la masa de veraneantes, con sus respectivos coches, pasen unos meses aquí, las infraectructuras están preparadas para una población lógica del tamaño correspondiente a las respectivas ciudades. Y yo, que soy muy friki para ciertas cosas, hago mis rankings particulares de mejor o peor conducción por cada ciudad de la zona. Siendo las dos más cómodas para el conductor, las dos ciudades más grandes: Cádiz, y a una gran distancia Jerez, que si bien tiene buenas avenidas, abusa de las rotondas. Puerto Real, es todo una delicia. Entre las que menos me gustan para el tráfico están El Puerto y Chiclana. Pero a mi enterder el premio a la conducción más coñazo de España se lo lleva, tras varios años seguidos, San Fernando. 

 La Isla que era un buen lugar para conducir, se ha convertido en poco menos de tres años en una tortura para el conductor; sobre todo en su eje central, que va desde la Avenida Al-Andalus, hasta la de Reyes Católicos. Desde que se peatonalizó la Calle Real, los planes de tráfico son inexistentes, y se han parcheados soluciones que son una auténtica chapuza y que sólo logran empeorar las cosas. Partiendo de la base de que pienso que la Calle Real, está mucho mejor peatonalizada, pues ha dado mucha vida en el centro de la ciudad, a pesar de la crisis, y de que el tranvía aún no ha llegado; así que quede claro, que a pesar de que en un principio no me gustó la idea del trenecito, ahora sí estoy a favor, por lo que nadie me puede acusar de que le tengo antipatía al apaño que han hecho. Pero sabiendo, que antes, un corte de la Calle Real armaba un pitote de los mil pares de narices, en un sólo día; podían haber previsto lo que iba a ocurrir si ésta se cortaba para siempre. Los desastres del eje antes mencionado son varios a tener en cuenta para ser corregidos:

 - Los carriles-bici son una chapuza, y no veo a ningún ciclista utilizándolos, pues sus rutas se pueden calificar de desastrosas. Además quitan espacio a la calzada y a las aceras, en lugares en los que no sobran el espacio. 

 - El número de pasos de cebra son excesivos. En un tramo de apenas cincuenta metros he contado unos diez. Lo que supone un atasco asegurado en lo que se preveía que iban a ser vías rápidas. Éstos además, están sin regular, sin semáforos alguno que controle el tránsito de peatones y vehículos. Así pues, se encuentra en ciertas zonas que el goteo de transeúntes es interminable, formando un atasco de proporciones considerables. Además están situados, los pasos de peatones, en las salidas de las glorietas, lo que además de ser unos diques para el tráfico, que se atasca en las confluencias de caminos, es un peligro para los peatones que en ocasiones no son vistos por los conductores que salen desesperados de las rotondas.

 - En ciertos cruces, de poca visibilidad, como el que hay entre la Avenida Reyes Católicos y San Ignacio, donde los coches que vienen de ésta última calle, tienen que asomar el morro, no hay ningún triste semáforo. Siendo San Fernando, como El Cairo, con uno o dos semáforos, por toda la ciudad. Pero para colmo de males, los nuevos que se han puesto, forman más atascos, pues son de los que yo llamo de "dedito", es decir, con pulsador, y con un escaso margen de tiempo para cambiar de verde a rojo desde que el peatón pulsa el botón. Así pues, son memorables los embotellamientos existentes en la Avenida Pery Junquera, donde los que van al Parque del Oeste, pulsan constantemente, deteniendo el tráfico procedente de Cádiz. He llegado a ver atascos que llegaban, incluso a la autovía. El del Almendral, en la Avenida León Herrero, es otra coña, hay tres pasos de cebras seguidos, dos sin regular, en una vía en la que los coches van a cincuenta, como poco, y otro semáforo de botón, que no tiene margen alguno con el ámbar.

 - La recuperación de los tres carriles en Reyes Católicos se me hacen imprescindible, como ya ocurría antes, y no éste invento raro de calle sólo para carga y descarga que se han sacado de la manga. 

 - La Policía Municipal es de pura coña marinera, por citar sólo un ejemplo, el otro día multaron a un camión que estaba aparcado encima de una acera mientras hacían una descarga de muebles para un piso. Mientras es conocido por todos los isleños, que hay zonas, como las cercanías de la farmacia de Reyes Católicos, o la plaza de Hornos Púnicos, entre otros, donde los coches están encima de las aceras, en doble fila, en linea amarilla, etc. Sólo porque van a comprar el pan, pescaíto frito o ir al bar, simplemente. Molestando al tráfico durante un largo tiempo. Mientras los del camión, a fin de cuentas, fueron sólo cinco minutos, y estaban trabajando.

 Pero a todo ésto, usted se preguntará porqué he puesto éste título a la entrada que se encuentra leyendo con mucha paciencia. Pues porque el hecho de conducir en San Fernando es como jugar a una gymkana, o al Mario Bros, ora izquierda, ora derecha, luego un saltito en un baden gigantesco como los de la calle Juan de Austria, luego frenazo, otra vez primera, segunda, tercera, frenazo, atasco...y así hasta aprender a blasfemar con todas tus ganas. Y para que no digan que no doy soluciones, que sólo critico, hay está enumerado los fallos en el "plan de tráfico" de La Isla, sólo hay que corregir eso, y dejar de ser demagogos, que en eso, y en el futbol, no nos gana nadie a los españoles.

Imagen de la Avenida Reyes Católicos, donde se observa dos pasos de cebra en muy pocos metros.

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