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viernes, 1 de marzo de 2013

Habemus Papa...con huevo duro.

 España es un país que exagera todo a la máxima potencia. En las últimas encuestas realizadas entre la ciudadanía española realzan que nuestra nación es la patria de la corrupción, según nuestros limitado campo de vista. Sin parangón en Europa, y que ésta se situaba en índices por encima de Marruecos o China. Países, curiosamente, del todo a un euro. Y eso que los datos manejados por la ONU demuestran que por el contrario nos situamos en el puesto 30 en transparencia en una lista de cientos de países. No está nada mal.  Sé que me dirán que no hay que mirar al de abajo, sino al de arriba. Pero puesto a consolarme hay que mirar siempre al del al lado, y que mejor para ello, que poner el ojo en Italia.

 Con tanto ajetreo de desgracias económicas, políticas y de todo tipo en Europa, uno acaba pensando que al final los mayas acertaron, pero, como todo en nuestra Unión de países, todo funciona con retraso, Apocalipsis incluido. Y es que desde hace años pasa de todo, y todo malo. Antes era Grecia, luego Irlanda, después Portugal y España, ésta última a la que los mercados no han parado de dar por saco durante dos largos años. Ahora el ojo del huracán pasa por Italia, país del dislate por excelencia. Si algo ridículo, pero que funciona, pasa en algún lado, eso es en la patria itálica. Las últimas elecciones vienen a certificar que nosotros tenemos orígenes latinos claros: que gane Beppe Grillo es un bastinaso. Que Berlusconi sea una llave de gobierno, ya es digno de comparación con la Andalucía del clientelismo de San Telmo. Pura payasada en la cara de una ciudadanía que se conforma con la mediocridad más absoluta con tal de obviar los sacrificios que más tarde o temprano les van a llegar por narices. No olvidemos que en Italia la Cicciolina sacó suficientes escaños como para tener representación. Aquí tenemos más suerte, a Belén Esteban no le atrae la política, porque sino, según las encuestas sacaba un tercio del Congreso de los Diputados. Toma Jeroma: más que Izquierda Unida y CIU juntos. 

 Para colmo de males, el Papa ha dicho que se retiraba, escogiendo tan buenas fechas... Y muchos sacan las profecías de San Malaquías sobre los Papas. Y el que viene, es el último de la cristiandad. Vaya bajío. En algo ganamos a los italianos: en política somos igual de desastrosos. Pero el Papa del Palmar de Troya se ha quedado. Y el Banco Vaticano queda como un corderito al lado de Bankia. No todo va a ser malo en nuestro país. Siempre nos quedaran las (a)migas con chorizos...


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